03 abril, 2009

Del Arco a Triana, un Camino: La Esperanza.

Triste mañana de Septiembre, me enfrento a un duro momento, mi vida en tus manos, mi fe, en tu alma y mi esperanza en tu corazón.

Triste mañana de Septiembre, Un quirófano me espera, me siento solo, angustiado, y con miedo; sé que no es una operación facil, sé que es probable que no salga, pero hay algo en mí que florece, ¿que es Dios Mío, que es eso?; algo que me tranquiliza y que me dice no tengas miedo "Chico" que yo guiaré sus manos, con mi pañuelo te secaré el sudor, con mis manos te acariciaré el pelo y te diré que solo ha sido un mal sueño, que tu vida no tiene dueño, que ya no azotarán más tu torturada espalda.

Mientras dejo mi vida en tus manos, mi padre solo puede rezar, ¡a quien rezo Madre Mía!, que mi hijo esta ahí dentro, ¡que daría por ser yo quien con mis manos quitara su sufrimiento!. Siente que algo en su interior le llama, le guía hacia un lugar, un Azulejo con una Virgen Pintada, una señal del destino que se llama Esperanza y le susurra al oido:"Tu no temas, hijo mio, que aqui en Triana reino yo, que soy la marinera del Cielo, que capitaneo los corazones Trianeros. Tu no tengas miedo que tu Esperanza Macarena está conmigo, y con ella tu barrio de la Feria, y la plazuela de Monte-Sión. que guarda un Rosario de Oración y tu Cristo de la Salud.

Tu no temas hijo mio que vienen los "armaos" cruzando el puente pa´hacerle guardia a su Madre Macarena.

Y por el río vienen los barcos con olas de marineros, de corazón Trianero y Tres Caidas de esperanza.

Y los del Cielo, los que ya se fueron del Mundo terrenal también están ahi dentro, con tu padre que está pefumando el cielo con nubes de incienso y Pasitos de Madera.

"11 horas de espera, 11 horas de dolor, que angustia madre mía. Ya sale el Doctor, todo ha sido un éxito, todo terminó.

La Esperanza tenia razón, que me tuvo en su corazón, que me acarició el pelo y secó mi sudor.

De vuelta a casa, el destino nos guió por un camino de Esperanza, que desde Pureza se alza hasta el Arco del Cielo, donde un cofre guarda a la Madre de todos los Sevillanos.Gracias Madre mía, tu nombre en mi pecho Grabaste, "Esperanza", que maravilla de Nombre y también dejaste algo en mi espalda "aquí estuvieron las Dos Esperanzas, las Reinas de Sevilla, desde Triana vino una y desde la Macarena la Otra".

Ya recuerdo que es lo que en mí floreció, ya sé lo que es, entonces mi cara se llenó de lágrimas de Esperanza.

Texto Guillermo Ramírez Torres.

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