Desearos a todos los Sevillanos una feliz Semana Santa y buena estación de Penitencia.
Parecía lejano en el tiempo, los recuerdos del pasado Domingo de Ramos y ya estamos otra vez, estrenando ropa nueva, con la ilusión resurgida y nueva de un niño. Pero tan pronto como llega se acabará, si la vida es una semana, como dijo el poeta, la nuestra pronto tocará a su fín y todo volverá a comenzar, se cerrará el círculo y volveran las Vísperas del Encuentro con nuestra Vida.
Tocará la Cuaresma a la Inversa, no se desmonta con la misma ilusión con la que se monta un palio, no se vuelve a la normalidad, así de cualquier manera, sabes que fue grande, que fue recuperar aquellos años en los que tu padre o abuelo te cogían de la mano y te llevaban a ver a la Borriquita, y cuando veias al Cristo del Amor y les preguntabas si el "Señor estaba Dormido". Bendita Semana Santa que me devuelves a los que nos dejaron y me das la misma inocencia del niño aquel que fui y que por un día vuelvo a ser.
Disfrutad de la Vida, solo puedo decir como otro gran poeta hizo: "A LA GLORIA SEVILLANOS, A LA GLORIA".
Guillermo Ramírez Torres.
2 comentarios:
Hola Guillermo:
No me conoces, pero yo sé algo de ti por mi amistad con tu madre.
Ya sé que éstos no son días para comentarios personales.
Pero los pasos de Semana Santa tienen algo en común con la vida cotidiana. Porque yo he visto a la Giralda, dejarse llorar sin que nadie la vea, para ser un nazareno más, y cargar a cuestas su propia cruz.
Ella quiso pasar desapercibida, caminando descalza por el peor de todos los caminos, aquel que nadie se atreve a recorrer por miedo a perder la entereza. Y ella lo hizo con la cabeza bien alta, llevando a la virgen en el corazón y a Cristo a cuestas.
Nunca la vi tan bella.
Te sonará extraño esto que te escribo, pero...
tienes suerte de tener a la Giralda, luchando a tu lado, peregrina de tus pensamientos, nazarena de tu vida.
Un abrazo de
Miguel Ángel W. Mawey
Gracias Miguel por tu comentario, tienes toda la razón, la Giralda siempre está ahí, en lo bueno y en lo malo, y bajo su sombra nos cobija, para que al verla se nos olviden nuestros problemas y nos quedemos un poquito más cerca del Cielo. Un abrazo y gracias.
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